Realmente desde que estoy en tratamiento siempre decidimos pasar las fiestas en familia y en casa. O sea mi mama mi papa y quien les habla pero esta sería distinta pues al núcleo familiar se sumaba una nueva integrante a Lúa. Si así fue éramos cuatro pero cenamos los cuatro nos sacamos fotos con ella y nos dimos cuenta que no es necesario tener grandes cosas en la vida sino por el contrario es necesario disfrutar de las pequeñas cosas. Lúa fue para nosotros el mejor regalo que pudo recibir esta familia y porque no hasta me animo a decir que fue el milagro de navidad
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